Dos de los colíderes en la jornada inaugural del ACCIONA Open de España presented by Madrid proceden del continente asíatico. Para los que siguen el golf es imposible no saber quién es el tailandés Kiradech Aphibarnrat. Entre su peculiar forma física, que es un fumador empedernido y que alrededor de los greenes es absoluta magia, es más que probable que le reconozcan.
Vueltón de 63 golpes con 8 birdies y dos eagles. Dos bogeys en el 2 y en el 12 no hicieron posible una ronda soñada de dos dígitos bajo par. Mucho ojo con él para los próximos tres días porque está curtido en mil batallas y la presión tengan por seguro que no le va a hacer mella.
Con los mismos 63 golpes acabó el chino Ashun Wu, en una vuelta impecable en la que no cometió ningún error. 8 birdies sin bogeys. Cuatro victorias en el DP World Tour adornan su palmarés. La última este 2022 a principio de año en Kenia por lo que es otro jugador a tener en cuenta. La presión se maneja de manera muy distinta cuando se ha saboreado el triunfo de forma reciente.
La sorpresa del día la protagonizó el holandés Dariun Van Driel. Un absoluto desconocido que se coló también en lo más alto del leaderboard gracias una segunda vuelta prodigiosa con cuatro birdies y cero bogeys. Lo más destacado de su carrera en el DP World Tour es un segundo puesto en 2019 en el Belgian Knockout. La ronda de su vida.
Son los únicos jugadores del field que han podido superar la gran vuelta de esta mañana de Jon Rahm. El máximo favorito a ganar este ACCIONA Open de España presented by Madrid no defraudó y cumplió con las expectativas. El vasco saldrá mañana a tan solo un golpe de los dos asiáticos tras su fantástico 64. Mismo resultado para Matthieu Pavon que completó unos primeros nueve hoyos de ciencia ficción. Del hoyo 3 al 6 le metió cinco golpes al campo.
También con -7 se ha colado el escocés Stephen Gallacher. Un auténtico obrero del DP World Tour. A sus 47 años y en el puesto 852 del ránking mundial puede estar ante una de sus últimas oportunidades de arañar metal.
Todos contra Jon, pero ya sabemos cómo se las gasta el de Barrika. Queda mucho golf por jugar y mucho por disfrutar.