El majestuoso hoyo 1 del CCVM es un icono del golf en Madrid. Un placer para los sentidos y la instantánea más buscada de todo el que visita el campo. Colindante con la preciosa casa club se asoma un imponente comienzo del recorrido. La estampa es digna de Instagram, una panorámica espectacular con los cinco rascacielos que coronan el skyline de Madrid al fondo.
Su belleza tiene trampa. Es el hoyo más difícil del campo. Los números no engañan y en la última edición del ACCIONA Open de España presented by Madrid se jugó en +0,23. La explicación es sencilla, es un monstruo de par 4. 465 metros, una calle estrecha desde tee elevado y plagado de árboles a la derecha. Por si fuera poco un bunker de calle espera a la izquierda. Rahm lo sufrió en su carnes y pagó peaje en su primera visita el año pasado. Al de Barrika se le quedó su bola justo detrás de un tronco. Si vas muy a la derecha el bogey está casi garantizado.
A su complicada salida hay que añadir un green estrecho, largo y con dos plataformas con un bunker a cada lado. La bandera arriba a la izquierda del domingo es un quebradero de cabeza para muchos. Que se lo digan a Cabrera-Bello en la edición que ganó en 2021. Se presentó líder el domingo y el hoyo 1 hizo de las suyas. Doble bogey para el canario que se supo sobreponer a la dureza del hoyo más duro del Club de Campo.
No es de extrañar que fuera el único hoyo del torneo donde se alcanzaron los tres dígitos en cuanto a bogeys. Un total de 104 bogeys e incluso hubo 11 doble bogeys. Los 37 birdies que se registraron en cuatro días hablan a las claras de la dificultad del hoyo.
En esta edición presumiblemente volverá a ser el handicap 1 del recorrido. Belleza y complejidad fundidos en una combinación perfecta. Un hoyo icónico y una imagen desde el tee imborrable para todo el que lo juega.