Que para realizar cualquier deporte individual al más alto nivel hay que ser una roca mentalmente es más que evidente. Que el golf en particular está en lo más alto de ese ránking se puede discutir pero no negar. El claro ejemplo es Andrew Johnston, conocido como ‘Beef’.
Hubo un día que la cabeza de Beef hizo clic y tuvo que resetear. “Acabé una ronda un domingo y no podía ni cargar mis palos desde el vestuario al coche, dejé los palos allí. Me fui directo al hotel y no pude contener las lágrimas”. El inglés se abrió por completo en un post que compartió con todo el mundo para contar su experiencia. Johnston lo tenía todo. Una ascensión vertiginosa al estrellato con grandes resultados en el European Tour, juventud y fama pero un día de repente los demonios aparecieron y algo no cuadraba.
Beef es desde su irrupción en el circuito uno de los jugadores más queridos por el público. Su inconfundible barba y su sonrisa permanente son su sello de presentación desde que es profesional. Por eso sorprendió tanto a la comunidad golfística que contara su experiencia. Quizá por eso el inglés se vio en la obligación de abrirse, para visibilizar que nadie está libre de las enfermedades mentales.
Una encuesta realizada en un medio estadounidense fue el detonante que hizo tambalear a Johnston. Preguntaron a su audiencia que a quién tenías más ganar de ver en el Open Británico y Beef quedó segundo solo por detrás de un tal Tiger Woods. Para un inglés jugar The Open es lo más grande que hay como golfista. Lo maman desde pequeños y para ellos es sagrado. Mucho que asimilar y una presión insoportable.
“La atención a la que estaba sometido era simplemente una locura. No era consciente de la presión a la que me estaba sometiendo, la intención de agradar constantemente fue demasiado para mí”, confesó el inglés.
Su ascensión comenzó en 2016 precisamente aquí en España. Ganó en la meca del golf patrio, Valderrama, en unas condiciones durísimas y dejando claro que había llegado a la élite para quedarse. A esto añadió un top 10 en el Open Británico y la obtención de la tarjeta del PGA Tour. Fue demasiado para él.
Ahora se ha reencontrado consigo mismo. Viene de hacer dos top 10 este verano y además en dos torneos con solera y field duro, en el BMW PGA Championship y el Irish Open. En el plano personal, fundamental en estos casos, Beef ha encontrado la estabilidad que necesitaba al casarse y tener su primer hijo. Si a esto le añadimos la ayuda de un psicólogo deportivo al que contrató cuando los demonios se apoderaron de su cabeza encontramos la respuesta al motivo de que esté volviendo a su mejor nivel.
Sin duda uno de los alicientes en este ACCIONA Open de España presented by Madrid. Uno de esos jugadores que sabe perfectamente lo que quiere el público y sabe como dárselo. Si se van a acercar a ver el torneo al Club de Campo Villa de Madrid no duden en seguirle unos hoyos, no les defraudará.