Justo al terminar de atender a la prensa Jon Rahm enfiló directo a la zona de prácticas. En su tercera jornada del ACCIONA Open de España vivió un calvario. No salió nada. El driver desajustado, sin control de la distancia con los wedges y con el putter congelado.
La gran preocupación del vasco es el driver. Su clásico ‘fade’ (efecto de izquierda a derecha) despareció el sábado. Especialmente llamativo en los primeros nueve hoyos donde una y otra vez la bola no quería abrir y el de Barrika acababa pegando la mayoría de sus segundos golpes desde el rough.
No es de extrañar que pasará por talleres tras acabar la ronda. En zona mixta ya dejó un aviso de a lo que viene este domingo al Club de Campo Villa de Madrid: “Ya le remonté seis golpes a Rafa una vez, por qué no otra vez”. Se refiere a cuando se llevó el Irish Open con un imponente 62 en la ronda final. Cabrera Bello salió líder en aquella ocasión y el vasco le arrebató el triunfo.
Su mentalidad de ganador compulsivo le hace estar convencido de que puede ganar. En cualquier otro jugador sería una quimera pero Rahm no lo dice de cara a la galería. Ya pasó en el último Masters de Augusta. Salió a 11 golpes de la cabeza el domingo y aún así no perdió la fe. Tiró la mejor vuelta del torneo el domingo con un inicio arrollador y al acabar confesó: “Sabía que tenía que tirar récord del campo para ganar y eso es justo lo que he intentado”. Se quedó en la orilla aquella vez a pesar de empezar birdie, eagle en los dos primeros hoyos. Si pensaba que podía remontar ¡11 golpes! en Augusta imaginen aquí.
En el deporte nada es imposible, lo que está claro es que si Jon se lleva el trofeo a su casa saliendo a seis golpes de la cabeza y con hasta ocho jugadores por delante estaríamos ante una de las remontadas más importantes de la historia del golf. Con el número 1 del mundo no descarten milagros.