Llegó serio Jon Rahm a la presentación del ACCIONA Open de España presented by Madrid, sabedor de la responsabilidad que tiene a sus hombros. Viene a representar a todo un país. Se da por hecho que el de Barrika se va a llevar el trofeo con autoridad, pero esto es golf. Posiblemente el deporte más difícil para ganar. Jon lo sabe y así nos lo hizo saber cuando el presidente de la Federación de Golf de España, Gonzaga Escauriaza, señaló que “esperaba verle levantando el título el domingo”. El vasco negó con la cabeza, consciente de la dificultad extrema de ganar en esta disciplina.
A pesar de la responsabilidad que conlleva ser el número 1 del mundo, Jon Rahm no se esconde. “Me lo he creído siempre”. El vasco no dudó en señalar que viene a ganar y que siempre ha estado convencido en su éxito desde los inicios. Una de las claves de la ascensión meteórica de Jon es la confianza en sí mismo desde los inicios. Esa seguridad quedó patente cuando hace muchos años el propio Jon les decía a sus padres que iba ser el mejor del mundo, como el mismo ha vuelto a repetir en la presentación del torneo.
Esa confianza en sí mismo también la transmite a los demás. Phil Mickelson lo sabe de sobra. La leyenda del golf estadounidense hizo una apuesta de una suma muy importante de dinero (nunca se ha hecho pública la cantidad) a que Rahm alcanzaría el top 10 en el ránking mundial en menos de un año. Corría el año 2016 y el vasco no era ni profesional todavía. Asombraba desde la Universidad de Arizona con unos resultados en el circuito universitario salvajes pero el salto a la profesionalización siempre es complicado, incluso traumático para muchos. No para Jon. En su primer torneo del PGA Tour en Phoenix acabó quinto siendo todavía amateur. “Ahí supe que podía hacer cosas muy importantes porque estaba al nivel de los mejores”. Y de ahí a lo que conocemos hoy en día, una estrella mundial del deporte.
Lo que no sabía Jon es que su popularidad ha llegado también a España. El de Barrika no pisaba la Península Ibérica desde diciembre de 2019 y según llegó ayer por la tarde a Madrid se dio cuenta que las cosas han cambiado. El vasco confesó que salió ayer por la tarde del hotel para luchar contra el jet lag y en menos de treinta segundos ya le habían reconocido por la calle. “Mis padres y mis amigos me lo llevan diciendo tiempo, eres una estrella aquí ya, tu popularidad ha crecido en los dos últimos años muchísimo…”, confesó Rahm. Entre eso y una rueda de prensa hasta la bandera, el español tiene que saber ya que todo lo que le contaba su familia era cierto.
El último año y medio del golfista español quita el hipo. La cumbre de su explosión llegó con los dos putts mágicos en el 17 y 18 de Torrey Pines que le dieron el triunfo en el US Open. A eso hay que añadir un quinto puesto en el Masters de Augusta y un tercero en el British Open, su torneo favorito y el que más ilusión le haría ganar. Y como es insaciable ya mira con el rabillo del ojo a Saint Andrews. Allí donde empezó este maravilloso deporte, donde la historia y la tradición se funden en un lugar mágico se va a disputar la 150 edición del Open Británico. Apunten esa fecha porque el de Barrika va a ir allí a por todo. “No hay nada más grande que ganar un Open en Saint Andrews”. Todo dicho.
El vasco ha cumplido su promesa de defender el título en Madrid. Sabe que es máximo favorito, que todos los focos están puestos en él pero lo que pasa con Jon es lo que pasa con los más grandes del deporte, la presión los agiganta. Tenemos cuatro días para ver al mejor golfista del mundo en España, disfrutemos de ello.