La prueba de que se está cocinando a fuego lento un ACCIONA Open de España histórico es darse una vuelta este martes por el Club de Campo Villa de Madrid. Lo mismo te encuentras a un Tommy Fleetwood con una sonrisa de oreja a oreja, dispuesto a tener una breve toma de contacto con el campo, que te cruzas con Sepp Straka recogiendo bolas y charlando con un conocido. A Larrazábal, en el putting green, de muy buen humor con su hermano, o a todo un ganador del Masters como Patrick Reed jugando del hoyo 10 al 18 para testar por primera vez las bondades del recorrido negro de Javier Arana. Ambiente de torneo importante.
Te das cuenta de que esta semana se viene algo muy especial cuando vas a la cancha de prácticas y te encuentras a Tyrrell Hatton con Adam Hayes, el caddie de Jon Rahm. El fiel escudero del de Barrika ha venido antes que el jefe para inspeccionar el campo. El golfista inglés, después de jugar el fin de semana pasado en Estados Unidos, ha estado probando durante horas el vuelo de la bola. Viene de Dallas, a una altitud de 131 metros, frente a los 657 de la capital española. No le ha supuesto mucho trabajo, porque con los wedges estaba apuntando a una valla publicitaria en medio de la cancha de prácticas y le ha dado tres veces seguidas. Clase a raudales del inglés.
Cuatro ganadores de major, siete Top-50 del mundo y la presencia de Rahm que, con permiso de Scottie Scheffler, está en la conversación de mejor jugador del mundo. Una Armada con 23 integrantes dispuesta a dar mucha guerra en casa y una colección de clase media-alta súper potente. Los Aaron Rai, Victor Perez o Matt Wallace no deben ser descartados como tapados si se llevan el trofeo el domingo. La cuenta atrás está en marcha: faltan dos días para el mejor Open de España de siempre.