Rafa Cabrera-Bello ansiaba hacer un buen papel en este Open de España. Se lo debía tras no cuajar una buena actuación en 2018. Por ello, el canario ha irrumpido con fuerza en el primer día de competición: tarjeta de -5 gracias a una vuelta prácticamente intachable, que le ha permitido ser uno de los líderes provisionales del torneo en la recta final de la mañana. Una condición que, para mayor alegría, ha compartido con Adri Arnaus y Jon Rahm.
Autor de 5 birdies (hoyos 4, 10, 14, 16 y 18), Cabrera ha vivido instalado en el par durante el resto de su partido. La solvencia que ha mostrado con el drive ha sido clave para evitar cualquier tipo de error y acabar el jueves con 66 golpes. Una estadística que le permite ser uno de los grandes nombres propios de la jornada inaugural en el Club de Campo Villa de Madrid.
Tener como compañeros de debut a Arnaus y Rahm ha sido todo un acicate para Cabrera, tan satisfecho de haber brindado espectáculo y del bueno ya en los primeros compases del evento como sus dos acompañantes. Así ha valorado su día: