Rafa Cabrera-Bello y Tommy Fleetwood salían esta mañana por el tee del 10 con ganas de dar un puñetazo en la mesa y dejar atrás las malas sensaciones del jueves. No fue así. El canario no sale de una crisis permanente que le tiene frustrado desde hace muchos meses. El hoyo 11 resume a la perfección la situación del canario. Se voló el par 3 por escasos centímetros, mala lectura de la caída putteando desde el antegreen y el siguiente putt que le hizo una corbata 360. Si cuando no estás en tu mejor momento encima la suerte no acompaña, drama.
No le sale nada en los greenes y no es porque su golf esté bajo mínimos. “Mi juego no está tan lejos de lo que los resultados enseñan”. Es la frase que repite una y otra vez y no le falta razón. El canario sigue siendo muy sólido desde el tee y muy fino en los segundos golpes. En la primera vuelta de su recorrido se dejó múltiples oportunidades de birdie a una distancia razonable. Tampoco es por falta de ganas, las dos veces que encontró el hoyo para birdie sacó el puño con rabia, con ganas de que se acabe de una vez por todas esta pesadilla.
No será en esta edición. Su defensa del título acaba aquí y no podrá pelear y disfrutar como lo hizo la edición pasada. Tiene todos los mimbres para que las cosas vuelvan a donde pertenecen. Es cuestión de paciencia, trabajo y no perder la fe. De esas tres cosas Rafa va sobrado.
Su compañero de partido y gran estrella de este ACCIONA Open de España presented by Madrid (además de Rahm que está en otra galaxia) fue Tommy Fleetwood. La vuelta del inglés fue anodina a más no poder. 12 pares seguidos y las mismas sensaciones que en la primera jornada. Le cuesta un mundo encontrar el hoyo desde el green. A pesar de ello podremos disfrutar del inglés el fin de semana. Es una situación parecida a la de Cabrera. Uno de esos jugadores que si con el putt hubiesen estado más finos en su carrera estaríamos hablando de un ganador de varios majors. La lista es extensa pero Sergio García en el pasado o Finau en la actualidad son dos ejemplos claros que da igual lo extraordinario que seas, si los putts no entran, no hay nada que hacer. Es el juez que decide tu porvenir en este deporte.
La magia en este partido la puso Oliver Wilson para asombro de las 300 personas que siguieron el encuentro desde bien pronto por la mañana. El inglés fue una feria absoluta desde el tee pero deleitó a los presentes con unas recuperaciones increíbles. No estaba la televisión en ese momento pero les puedo asegurar que la recuperación en el hoyo 15 tras ir casi 100 metros a la derecha de la calle tras un slice, es de lo mejor que se va a ver en todo el torneo. La dejó a poco más de un metro y embocó el putt.