“I cant swing, I can’t focus.” Estas fueron las palabras de Rahm a su caddie, Adam Hayes, tras un hierro impropio de su nivel, (bordenado el shank) resumen de la pesadilla que vivió el vasco durante una fase de su vuelta en el Club de Campo Villa de Madrid. Un día aciago para el de Barrika en el que todo lo que pudo salir mal hasta el hoyo 11, salió peor. La mala suerte se cebó con Rahm.
Los infortunios comenzaron en el hoyo 4. Par 5 corto para el vasco que visualmente se ajusta a la perfección a su ‘fade’ pero que los árboles le han jugado una mala pasada tanto el jueves como el viernes. Se quedó totalmente bloqueado detrás de un tronco y solo pudo avanzar unos metros. Le dio igual porque de 170 metros la dejó a metro y medio. Su gran condena el último año volvió a aparecer. Ni tocó el hoyo el putt. Esta vez las culpas se las llevó una mosca que se posó justo antes de impactar la bola.
Jon apareció en el tee del 5 bastante contrariado y se notó en la salida. Al rough de la izquierda y en ese segundo golpe pasó lo que pasa una vez cada un millón de veces en un jugador de su nivel. La palabra maldita. Shank de Rahm para estupefacción del público. En el tercer golpe la bola se quedó terrible. La mezcla árbol delante más bunker hizo que Rahm la tirara adrede al bunker como confesó cuando atendió a los medio. Sus manos prodigiosas hicieron que la cosa quedará solo en bogey porque la dejo dada desde la arena.
Hizo birdie ‘back to back’ en el 7 y en el 8, un gran hierro en el 9 que no aprovechó con el putter y en el 10 y en el 11 llegó el colapso. El “I can’t swing, I can’t focus”. Dos de los peores hierros que ha pegado el vasco este año con diferencia. ¿Y cómo gestionó ese momento? Pues con tres birdies seguidos. Ya ha apuntado en varias ocasiones que todo el mundo vea que en la estadística de birdie tras bogey es de los mejores del mundo. Sus enfados parecen más desde fuera de lo que realmente son. Siempre está muy arriba en esa categoría porque mentalmente es superior a los demás. Cuando peor lo estaba pasando, cuando más estaba, sacó toda la magia. La gestión de Jon de los momentos más tenebrosos en sus vueltas es simplemente de otro mundo.
La labor que hace Rahm al golf español viniendo cada año al ACCIONA Open de España presented by Madrid es impagable. Dos niños muy pequeños tuvieron la gran suerte de verlo a escasos centímetros en el tee del hoyo 9. La cara de embobados de los dos niños, con un recuerdo para toda la vida, ya justifica la presencia del vasco en la capital de España. Es un jugador que trasciende más allá del golf y tenemos la gran suerte que él es consciente de la gran responsabilidad que eso conlleva. Ya lo dijo en la presentación del torneo a las cámaras del DP World Tour: “Es mi deber venir aquí”.
En una vuelta llena de adversidades el de Barrika volvió a demostrar que jugando mal acaba bajo par holgadamente. Lo lleva haciendo toda su carrera y hoy no ha sido una excepción. Acabó tres bajo par en un día ‘malo’ a solo dos goles de los líderes, Waring y Gallacher. El exnúmero del mundo encara el fin de semana con las opciones intactas y habiendo superado un día muy duro. Pocas veces se recuerda dos rondas cargadas de problemas en el vasco. Que se prepare el resto del field porque Rahm tiene entre ceja y ceja levantar su tercer Open de España e igualar a Seve.