Después de una dilatada carrera e infinidad de títulos alrededor del mundo, a José María Olazábal se le ha escapado uno de los que, casi con toda seguridad, acabará echando de menos en sus vitrinas. Y es que, salvo que en un futuro pueda jugarlo por invitación, esta ha sido la última participación de Chema en el Open de España.
Por si fuera poco, para el emotivo capitán de la Ryder Cup, este fue el torneo en el que su añorado Severiano Ballesteros ganó el último torneo de su carrera profesional. Un honor que no podrá compartir con él y que hubiera cambiado por cualquiera de los otros títulos que adornan su trayectoria.
Olazábal atesora 23 torneos en el European Tour, ha sido dos veces campeón del Masters de Augusta y capitaneó a Europa en su choque contra Estados Unidos en la victoriosa Ryder Cup de 2012. Un palmarés que el numeroso público que le esperaba en el green del 18 supo reconocerle con un cerrado aplauso: