Las matemáticas y el golf están íntimamente ligados, y si incluimos a Bryson DeChambeau, incluso la física.
En golf, además de los golpes de nuestras tarjetas, todo suma y, sin duda, la nueva experiencia que supone el Open de España, añadirá un mayor valor a un deporte que, según el “Informe de Impacto Económico del Golf en la Comunidad de Madrid”, elaborado a principios de año por CEPREDE, supone un catalizador económico de especial importancia.
Por señalar los datos más relevantes de ese estudio independiente, el golf en nuestra comunidad da sustento a más de 1.800 familias, y a más de 300 fuera de los límites de la Comunidad de Madrid; suponen 235 millones de euros del PIB, a los que sumar los más de 36 millones de euros en bienes y servicios, o los más de 10 millones de euros de inversión que se realizaron la temporada pasada, y eso sin que el Open de España entrara en el cómputo de sus activos.
Además, del millón de vueltas que se disputaron en los campos madrileños el año pasado, un diez por ciento correspondieron a jugadores venidos del extranjero y del resto de comunidades del país, con lo que el potencial de poder incrementar el valor turístico de las instalaciones de golf y demás servicios que ofrece Madrid es importantísimo -a lo que, sin duda, un torneo de estas características, con algunos de los mejores jugadores del mundo, la ventana al mundo que supone, ayudará notablemente a dinamizar esas cifras-.
Más información: Los campos de golf de la Comunidad de Madrid consumen el 1,4 por ciento del total de recursos hídricos, usando aguas no potables para el riego, siendo del mayor cliente de agua regenerada del Canal, además de, comparado con el sector agrícola, ocupar sólo el 0,007 de la superficie agraria al tiempo que genera 3,4 veces más ingresos y 53 veces más empleo.
Suponen, además, un pulmón capaz de absorber CO2 equivalente a 15 parques de El Retiro, refugio de flora y fauna y, cuando es necesario, sus lagos y balsas son de capital ayuda en la extinción de incendios.
Pero no puedo parar aquí, en un par de semanas se celebrará en el Centro Nacional el Abierto de Madrid de Golf Adaptado, con más de cien inscritos, el mayor torneo de Europa. Un modelo de integración y superación que supone un orgullo para el golf madrileño.
El golf es, además, uno de los deportes más solidarios. Sólo en lo que va de año, se han celebrado más de 150 pruebas en los campos de nuestra comunidad en los que los ingresos van destinados a causas sociales y recursos a la investigación de enfermedades e integración y ayuda a personas con necesidades. Un deporte solidario como pocos.
Pero también un deporte familiar y social del que sus practicantes son los mejores prescriptores y beneficiarios. Si usted es golfista, enhorabuena, puede decir bien alto: ¡Yo soy golfista!
Y si conoce a alguien que no lo practica, muéstrele el camino, en breve se lo agradecerá.
Por Óscar Maqueda